miércoles, 9 de julio de 2014

MEDITACIÓN PARA ELEVAR LA ENERGIA DEL PLEXO SOLAR AL CARDIACO.




Ahora le daré una meditación personal que le servirá, así lo espero, para elevar la vida del cuerpo astral desde el plexo solar al centro cardíaco, eliminando así algunas de las limitaciones que desaparecerán cuando el cuerpo y la fuerza astrales de sexto rayo sean trasmutados y el amor al todo ocupe el lugar del amor a la parte.

1 .   Asuma mentalmente la posición del Observador.  Su mente de cuarto rayo debería permitirle observar con desapego el conflicto entre la personalidad y el alma.

2.    Perciba la tenue luz de la personalidad y la brillante radiacíón del alma; luego observe otra dualidad, es decir, la brillante y poderosa luz o influencia del plexo solar y la vacilante y fluctuante luz del centro cardíaco.

3.    Enfoque su conciencia, por el poder de la imaginación, en el alma radiante, manténgala allí firmemente, vinculando también el alma y el centro coronarlo por el poder del pensamiento.

4.    Entone el OM tres veces, exhalando la energía del alma hacia la triple personalidad, llevando y reteniendo esa energía (como reserva de fuerza) en el centro ajna.  Manténgala allí, aumentando la luz de la personalidad con la radiación del alma.
5.    Entonces diga:

"La luz del alma apaga la tenue luz de la personalidad, así como el sol hace desaparecer la llama de un pequeño fuego.  El fulgor del alma ocupa el lugar de la luz de la personalidad.  El sol sustituye a la luna".

6. Vierta definitivamente la luz y la energía del alma en el centro cardíaco, creyendo -mediante    el poder de la imaginación creadora- que evoca una actividad vibratoria tan poderosa que         actúa como un imán en relación con el plexo solar.  La energía del plexo solar es elevada o    atraída hacia el centro cardíaco y allí se trasmuta en amor del alma.

7.  Manténgase como Observador, visualice el proceso contrario al anterior.  El plexo solar se apaga porque lo sustituye el brillo del corazón.  La luz del alma permanece inmutable, pero aumenta grandemente el brillo de la luz de la personalidad.

8.    Entone como alma, unida a la personalidad, siete veces el OM, exhalándole hacia su medio ambiente.

Esto, hermano mío, es más bien un ejercicio de visualización que una meditación, pero su eficacia depende de su capacidad, como observador espiritual, para conservar la continuidad mental a medida que lo realiza.  La energía sigue al pensamiento y es la base de toda práctica ocultista, y tiene primordial significación en este ejercicio.  Descubrirá que si lo practica regularmente y sin una idea establecida sobre los resultados, se producirán en su conciencia cambios duraderos y la luz del grupo será también más brillante.

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