Denominamos Jerarquía
al conjunto de Maestros que están con nosotros en la Tierra favoreciendo con su
irradiación la evolución de la conciencia en todos los reinos, el humano, los súper
humanos y los sub humanos.
La Jerarquía
es consecuencia de la activación y aspiración de la humanidad, y ha sido creada
por ésta. Porque todo ser humano, cuando ha alcanzado cierto nivel evolutivo se
convierte en Maestro. Los Maestros son seres humanos que han vivido, sufrido,
fracasado, realizado, triunfado, soportado la muerte y pasado la experiencia de la resurrección (iniciación
así designada por la cual se alcanza el ser Maestro). Son de la misma
naturaleza que quienes hoy luchamos como antes ellos lo hicieron. Conocieron y dominaron todos los estados de conciencia;
los dominaron como hombres, garantizando así a la humanidad la misma
realización máxima. Su Gran Maestro es
Cristo; pasaron por las cinco iniciaciones (en otra ocasión las consideraremos).
Continúan
siendo hombres; y se diferencian de Cristo en que Éste es el primero que
alcanzó la divinidad, Primogénito de una gran familia, Maestro de Maestros e Instructor de ángeles y hombres. Fue
considerado tan puro, santo e iluminado, que se le permitió personificar para nosotros el gran principio cósmico del
amor. Así reveló, por primera vez, la naturaleza del corazón de Dios.
Existió un tiempo en el planeta en
que no había Jerarquía sino dos centros
mayores en la expresión de la vida del Señor del Mundo: Shamballa y la Humanidad (estos centros
mayores son núcleos o focos de vida radiante en la conciencia planetaria; son
como dos chakras en una conciencia humana). La Humanidad entonces no era como
la conocemos ahora. Por ejemplo era incapaz de pensar. Pero no obstante la vida
de Dios estaba presente en la Humanidad: había en ella como un "anhelo" inherente. Y desde el otro
centro, desde Samballa, se producía un "tirón" dinámico, lo que conocemos como el “instinto divino” que nos insta constantemente a cambiar, estar
disconformes con lo obtenido, y progresar. Ambos, el anhelo y el tirón,
contribuyeron a que la masa humana llegara a ser incipientemente invocadora.
Eso provocó que desde centros espirituales extra planetarios, elevadas Vidas, con cierto desarrollo y
conocimiento, "caminasen entre los hombres" en creciente número. De
este modo condujeron a la humanidad muy lentamente hacia una creciente luz.
La primitiva historia de la Jerarquía se
dividió en dos épocas históricas
antes de convertirse en un "Centro mediador" como ya lo es ahora.
Primera época, en que aquellas elevadas vidas hollaron
la Tierra con los hombres. Su trabajo
consistía en establecer una relación entre el amor y la Humanidad. Lo lograron, pero el aspecto materia y la
inteligencia activa eran tan fuertes que fue esencial la segunda época en que se creó la Jerarquía tal como la conocemos
ahora; el centro cardíaco de Sanat Kumara (el conjunto de Maestros o
Jerarquía) entró entonces en su propia vida, formó su propio campo magnético,
poseyó su propio "círculo no se pasa" y se convirtió en un centro dinámico mediador entre Shamballa y la
Humanidad (Sanat Kumara es la conciencia planetaria, integradora de todos
los planos y reinos en la Tierra. Igual que una conciencia humana tiene sus chakras
o centros de energía radiante y estados de conciencia, así a escala planetaria
hay una Entidad integradora de todos Sus centros o focos radiantes de
conciencia).
Este centro
cardíaco de Sanat Kumara empezó a funcionar porque llegó el momento, en esos
distantes eones, en que cierto porcentaje
de seres humanos alcanzó por propio esfuerzo la etapa de preparación para la
quinta iniciación, la denominada iniciación de la resurrección. Ello trajo tres resultados sorprendentes:
a. Determinados Maestros pudieron "volver a Su lugar de procedencia" (dejaron
este planeta al que habían venido a ayudar).
b. Se necesitó proveer condiciones para qué los
hombres, "aceptados para recibir la iluminación", obtuviesen el entrenamiento necesario.
c. Se
alcanzó la etapa evolutiva en que los tres centros mayores del Señor del Mundo -Sanat
Kumara- fueron diferenciados (coronario-Samballa, cardiaco-Jerarquía, y centro
de la garganta-Humanidad); se estableció
la función y la actividad radiatoria y esto produjo un "tirón" más fuerte y colocó a la Jerarquía "en el punto medio". Se formó una usina de luz y poder. Todo fue posible porque la humanidad podía
producir sus propios "seres iluminados".
[Extracto de
textos de “La exteriorización dela Jerarquía” Pg. 391-2., y “Los Rayos y las
iniciaciones” pg. 315-6.]
Redactado
por Manuel.