LA IRRADIACIÓN DEL AURA GRUPAL

LA IRRADIACIÓN DEL AURA GRUPAL

El Maestro DK afirma que la irradiación del alma grupal está compuesta por la irradiación influyente de los iniciados y discípulos, más la irradiación dinámica del Maestro. Por tanto, la irradiación del alma grupal es en realidad la irradiación de un Ashrama. De hecho, el Maestro D.K. en alguna ocasión toma como sinónimos alma grupal y Ashrama.

La diferencia entre el aura influyente y el aura dinámica reside en que esta última proviene de los planos monádico y logóico, los planos más elevados que puede alcanzar un ser humano en nuestro progreso evolutivo en la tierra.

Afirma, respecto al aura dinámica, que se trata de una energía eléctrica, de potencial puro, sin materia, lo cual supone una descarga de máxima energía e impacto para los iniciados que están en los niveles más elevados. Estos iniciados, a su vez, sirven de intermediarios trasmisores, a fin de que la energía del Maestro pueda ser mejor captada y asimilada al reducirla, conforme pasa por los niveles intermedios en los que ellos se encuentran.

El aura influyente se entiende que es un aura no vertical, sino horizontal. Esta horizontalidad abarca el elevado campo de la Tríada espiritual y, en un nivel inferior, los subplanos en los que se desenvuelve la conciencia del alma.

Podemos concebir que está aura grupal está siempre disponible y radiante, como lo están los rayos del sol, pero también se afirma que sólo está operativa cuando alguien está abierto a recibirla y la demanda.

La irradiación del alma grupal siempre está a nuestra disposición si la pedimos, porque invocación y evocación están unidas conformando una Ley. La invocación por nuestra parte supone querer vivir coherentemente de acuerdo a las energías superiores que queremos recibir, porque de otro modo nuestra petición puede ser una proyección

MANIFESTACIÓN PÚBLICA DE CRISTO, EL GRAN REFERENTE DE IRRADIACIÓN EN LA HUMANIDAD.

MANIFESTACIÓN PÚBLICA DE CRISTO, EL GRAN REFERENTE DE IRRADIACIÓN EN LA HUMANIDAD.

La próxima manifestación pública de Cristo, Maitreya, para los estudiosos del esoterismo es un hecho cantado, porque la afirmación contundente está en que, no sólo aparece Él, sino que estará acompañado por un amplio grupo de Maestros, es lo que constituye el acontecimiento de la reaparición de la Jerarquía. Al tiempo que ellos también se den a conocer, la expectativa es que darán un tono mucho más elevado y potente los discípulos e iniciados de diverso grado que ya están con nosotros en encarnación física porque serán los primeros en aprovechar la excepcional irradiación de la Jerarquía.

Esto significará un proceso acelerado de progreso interior y de servicio de unos a otros. La fusión con el alma, el establecimiento de muchos en el nivel supermental, significará la aparición de un nuevo referente, el alma grupal. Con la aparición del alma grupal comenzará la eliminación de la ilusión y el espejismo, la ilusión de que nuestros yoes separados son muy reales, y el espejismo de que por sentirnos reales movilizamos un gran potencial de apetencias y sentimientos egoístas. El alma es plenitud y no necesita nada para sí, sino que su nota básica es servir a los necesitados.

El inmenso amor de Cristo y los Maestros favorecerá el desarrollo de la intuición, el conocimiento de la Realidad por identidad con ella. Es la intuición lo que eliminará la falsedad de la ilusión del yo-idea separado. Las almas grupales tendrán como instrumento de expresión personalidades grupales. Las personalidades grupales destacarán por su cuádruple irradiación: la irradiación de las almas en su propio plano, la de la mente grupal iluminada, la irradiación del cuerpo astral grupal, lleno de amor, y la del cuerpo grupal de vitalidad.

Así que de la noche a la mañana vamos a comenzar a ver grandes cambios. La irradiación integral va a significar que desde los planos más elevados espirituales el potencial irá descendiendo y afectando a los ámbitos de manifestación de la conciencia de la Humanidad. Esto significa que el mensaje fundamental de Maitreya de justicia por medio del compartir será una realidad palpable en la sociedad. Por haber nacido tendremos satisfechos el derecho a alimento, cobijo, sanidad y educación. Todos estarán apuntados a la seguridad social, porque todos estamos apuntados al amor de todos los corazones humanos; nadie atiende a sus hijos por tenerlos apuntados en un seguro; los atienden porque son familia. La humanidad descubrirá con la reaparición de Cristo que todos formamos gran familia humana. El Corazón mandara.