El Señor es el Logos Planetario y Su gloria se
alcanza cuando el mundo de las apariencias, el de la manifestación material, se
evidencia ser la Realidad del Logos, debido a la elevada frecuencia de
vibración de la energía-materia. Existen siete planos de manifestación y cada uno
a su vez contiene siete subplanos. Cuando todas las conciencias asciendan a
vivir en el primero y segundo subplanos de cada plano, seremos gloria del
Señor, Su identidad manifestada.
Nuestro trabajo consiste en trasmitir a otros, irradiar la
alta vibración con que nos identificamos, de modo que la materia vaya elevando
su frecuencia de onda. La técnica más natural para conseguirlo consiste en practicar
la meditación para identificamos con el Yo, que a su vez puede identificarse
con la Realidad espiritual. Nuestro cometido consiste en elevar en el reino
humano y en los subhumanos la frecuencia hasta percatarnos de que el verdadero
Quien nuestro es el Logos planetario.
Es tan cierto que esto va a ocurrir que por
adelantado se nos permite nuestra identidad con el Logos. Por eso se nos dio lo
que se ha venido a llamar "la
afirmación de la Nueva Era", que Maitreya nos sugiere recitemos con
frecuencia. En ella somos ese Yo, que el contexto da a entender que somos el
Logos:
"Yo
soy el creador del Universo,
Yo soy
el Padre (la energía primordial que promueve la
manifestación) y la Madre del universo (la
sustancia original en cuyo seno se manifiesta).
Todo viene de Mi;
todo a Mi volverá.
Todo viene de Mi;
todo a Mi volverá.
Mente,
espíritu y cuerpo son mis templos
para que el Yo manifieste en ellos
para que el Yo manifieste en ellos
Mi
supremo Ser y devenir”
Cuando se afirma que "todo es
energía", materia es el misterioso impulso de reducida frecuencia de onda,
al punto que la conciencia no se identifica con la Realidad infinita que es,
sino con el yo limitado, separado de los demás. La energía que accede es más
potente que la expresada. Y cuando no se expresa correctamente, el resultado es
la enfermedad. La novena ley de curación afirma que hay la salud cuando se
practica la ley de perfección. La ley de
perfección presenta tres requisitos:
"punto de vista cabal, perfecto
equilibrio y comprensión divina".
Fijémonos en el perfecto equilibrio. Por la columna energética fluyen tres canales,
Ida, Pingala y Sushumna con sus energías correspondientes. Hay equilibrio cuando no hay resistencia en el paso de la energía por
pingala, el canal de la personalidad. Por ida fluye la energía del alma.
Por tanto cuando el ser humano se atiene fiel y constantemente a la recta conciencia, hay equilibrio;
cuando hay total subordinación de lo inferior a lo superior, hay equilibrio. Cuando hay equilibrio, hay salud y hay
gloria.
El Propósito de la gran corriente de energía
del Yo planetario es conseguir Su gloria en Sus templos. Conseguirlo en el
espacio y el tiempo, planear su consecución en la Humanidad es el objetivo de
los Maestros. Ellos nos trasmiten la gran corriente de energía por medio de
ideas, para que nosotros, conciencia dentro de la materia, provoquemos la
elevación vibracional para llevar a cabo Su Plan.
Hasta ahora muy poco podían hacer los Maestros
para llevar adelante el Plan, porque pocos seres humanos estaban capacitados
para realizar su trabajo. Cuando Jesucristo vino y habló de Su Reino y dijo que
era Rey. Le calificaron de impostor. Su Reino es el Quinto Reino, que se afirma
va a comenzar con la Nueva Era. Es el Reino súper y supramental, de las almas y
de los Maestros.
En la tercera
regla de oro de la magia se afirma: "Concéntrate
en el Plan; así sabrás la parte que tú, y él y todos desempeñan". El Maestro DK, junto los Maestro Kootumi y
Morya, ha diseñado un despliegue de ese Plan a través de lo que llama los diez grupos simiente. Otros Maestros
también han creado otros grupos: dos en China, dos en India, y varios grupos
internos dentro de la Iglesia. Quienes trabajan dentro de los grupos simiente,
trabajan con la corriente central del Propósito planetario que los Maestros conocen
y nos sirven traducido a un Plan. Nosotros hemos de conseguir “que se realice
el Plan de amor y de luz”.
El Maestro DK afirma cuatro cosas respecto a los
grupos simiente: establecen e inician puntos focales en la familia
humana, por cuya mediación pueden afluir ciertas energías a toda la raza
humana; son la expresión
de una estructura interna; significa la implantación de nuevos métodos y técnicas para el
desarrollo del Plan, y se trata de un
experimento que Ellos quieren realizar con la humanidad, si esta responde.
Pretender vivir como un alma y personalidad
grupales dentro de un grupo simiente es apuntar muy alto, porque todavía no
estamos viviendo en el plano del alma ni menos en el plano espiritual. Todavía
no hemos alcanzado la segunda o tercera iniciación. Por eso se nos previene que
los grupos simiente están ahora en estado de transición y por tanto sus logros
todavía no serán completos.
En el Centro de Yoga Aurobindo de Valencia habemos
dos grupos que queremos esforzarnos por nuestra elevación espiritual como almas
grupales, para desde ese nivel intentar llevar adelante los objetivos de dos
grupos simiente, el tercero y el cuarto, el de la curación esotérica y el de la educación
en la nueva era. Procuramos atenernos a sus manuales En la próxima entrada trataremos de algunos de
los diez grupos simiente.
Si quieres meditar en el blog: http://irradiacionintegral.blogspot.com.es/ dispones de varias meditaciones que te
ayudarán.