sábado, 23 de agosto de 2014

SER LA GLORIA, NUESTRA MAYOR IRRADIACIÓN.




El Señor es el Logos Planetario y Su gloria se alcanza cuando el mundo de las apariencias, el de la manifestación material, se evidencia ser la Realidad del Logos, debido a la elevada frecuencia de vibración de la energía-materia. Existen siete planos de manifestación y cada uno a su vez contiene siete subplanos. Cuando todas las conciencias asciendan a vivir en el primero y segundo subplanos de cada plano, seremos gloria del Señor, Su identidad manifestada.

Nuestro trabajo  consiste en trasmitir a otros, irradiar la alta vibración con que nos identificamos, de modo que la materia vaya elevando su frecuencia de onda. La técnica más natural para conseguirlo consiste en practicar la meditación para identificamos con el Yo, que a su vez puede identificarse con la Realidad espiritual. Nuestro cometido consiste en elevar en el reino humano y en los subhumanos la frecuencia hasta percatarnos de que el verdadero Quien nuestro es el Logos planetario.

Es tan cierto que esto va a ocurrir que por adelantado se nos permite nuestra identidad con el Logos. Por eso se nos dio lo que se ha venido a llamar "la afirmación de la Nueva Era", que Maitreya nos sugiere recitemos con frecuencia. En ella somos ese Yo, que el contexto da a entender que somos el Logos:

"Yo soy el creador del Universo,
Yo soy el Padre (la energía primordial que promueve la manifestación) y la Madre del universo (la sustancia original en cuyo seno se manifiesta).
Todo viene de Mi;
todo a Mi volverá.
Mente, espíritu y cuerpo son mis templos
para que el Yo manifieste en ellos
Mi supremo Ser y devenir”

Cuando se afirma que "todo es energía", materia es el misterioso impulso de reducida frecuencia de onda, al punto que la conciencia no se identifica con la Realidad infinita que es, sino con el yo limitado, separado de los demás. La energía que accede es más potente que la expresada. Y cuando no se expresa correctamente, el resultado es la enfermedad. La novena ley de curación afirma que hay la salud cuando se practica la ley de perfección. La ley de perfección presenta tres requisitos: "punto de vista cabal, perfecto equilibrio y comprensión divina".

Fijémonos en el perfecto equilibrio. Por la columna energética fluyen tres canales, Ida, Pingala y Sushumna con sus energías correspondientes. Hay equilibrio cuando no hay resistencia en el paso de la energía por pingala, el canal de la personalidad. Por ida fluye la energía del alma. Por tanto cuando el ser humano se atiene fiel y constantemente a la recta conciencia, hay equilibrio; cuando hay total subordinación de lo inferior a lo superior, hay equilibrio. Cuando hay equilibrio, hay salud y hay gloria.

El Propósito de la gran corriente de energía del Yo planetario es conseguir Su gloria en Sus templos. Conseguirlo en el espacio y el tiempo, planear su consecución en la Humanidad es el objetivo de los Maestros. Ellos nos trasmiten la gran corriente de energía por medio de ideas, para que nosotros, conciencia dentro de la materia, provoquemos la elevación vibracional para llevar a cabo Su Plan.

Hasta ahora muy poco podían hacer los Maestros para llevar adelante el Plan, porque pocos seres humanos estaban capacitados para realizar su trabajo. Cuando Jesucristo vino y habló de Su Reino y dijo que era Rey. Le calificaron de impostor. Su Reino es el Quinto Reino, que se afirma va a comenzar con la Nueva Era. Es el Reino súper y supramental, de las almas y de los Maestros.

En la tercera regla de oro de la magia se afirma: "Concéntrate en el Plan; así sabrás la parte que tú, y él y todos desempeñan".  El Maestro DK, junto los Maestro Kootumi y Morya, ha diseñado un despliegue de ese Plan a través de lo que llama los diez grupos simiente. Otros Maestros también han creado otros grupos: dos en China, dos en India, y varios grupos internos dentro de la Iglesia. Quienes trabajan dentro de los grupos simiente, trabajan con la corriente central del Propósito planetario que los Maestros conocen y nos sirven traducido a un Plan. Nosotros hemos de conseguir “que se realice el Plan de amor y de luz”.

El Maestro DK afirma cuatro cosas respecto a los grupos simiente: establecen e inician puntos fo­cales en la familia humana, por cuya mediación pueden afluir ciertas energías a toda la raza humana; son la expresión de una estructura interna; significa la implantación de nuevos métodos y técnicas para el desarrollo del Plan, y se trata de un experimento que Ellos quieren realizar con la humanidad, si esta responde.

Pretender vivir como un alma y personalidad grupales dentro de un grupo simiente es apuntar muy alto, porque todavía no estamos viviendo en el plano del alma ni menos en el plano espiritual. Todavía no hemos alcanzado la segunda o tercera iniciación. Por eso se nos previene que los grupos simiente están ahora en estado de transición y por tanto sus logros todavía no serán completos.

En el Centro de Yoga Aurobindo de Valencia habemos dos grupos que queremos esforzarnos por nuestra elevación espiritual como almas grupales, para desde ese nivel intentar llevar adelante los objetivos de dos grupos simiente, el tercero y el cuarto, el de la curación esotérica y el de la educación en la nueva era. Procuramos atenernos a sus manuales  En la próxima entrada trataremos de algunos de los diez grupos simiente.

Si quieres meditar en el blog:  http://irradiacionintegral.blogspot.com.es/  dispones de varias meditaciones que te ayudarán.





viernes, 15 de agosto de 2014

LA IRRADIACIÓN PLANETARIA DEL ALMA.



El alcance planetario de la irradiación del alma se aprecia cuando la conciencia se enfoca a la realización del alineamiento superior. El alineamiento inferior consiste en lograr la subordinación de los cuerpos sutiles. Por medio de la meditación conseguimos que, mientras dura, nuestras emociones y pensamientos queden en silencio o acepten ser instrumentos de expresión de la conciencia superior. Lograrlo entonces no cuesta esfuerzo, resulta agradable, produce un estado de integración y plenitud en nuestro propio centro. Queremos conseguir que este alineamiento perdure.

La integración personal ha sido fruto de una larguísima cadena de encarnaciones. Esto ha producido que siempre nos sintamos ser el centro. Pero cuando trabajamos por el alineamiento superior, las cosas se ven de otro modo: el verdadero Yo tiene una visión mucho más elevada y amplia: se siente ser célula de un Todo mayor.

Las experiencias que se obtienen desde el supermental y el supramental se comprenden mejor si se usan las analogías como medio de conocimiento de las vivencias de el Todo mayor. Así se afirma que el verdadero yo, el alma humana, es una con todas las almas humanas y esta expansión permite la actividad de una función planetaria propia del chacra de la garganta, el chacra de la creatividad. A su vez la función de la Jerarquía es la de chacra del corazón, expresando profundo amor a todos los seres de los diversos reinos. Y la dinámica que provoca la evolución del Planeta es una función de Samballa, analogía del chacra coronario. Y lo mismo que los tres chakras lo son de una entidad personal, así estos grandes chakras planetarios son los medios por los que se expresa una gran entidad, Sanat Kumara. Y que lo mismo que nuestra personalidad es mero instrumento del verdadero Yo, esta excelsa Entidad espiritual es el instrumento de expresión de Un Yo superior que referimos como el Logos planetario.

Con el alineamiento superior nos viene el reconocimiento de que somos células de órganos de un organismo, la Conciencia Planetaria. Cuando esta percepción ocurre, coincide el descubrimiento de que el conjunto que somos, alma-personalidad, encuentra su sentido vital en llevar adelante un propósito dinámico planetario trabajando en unidad con otras almas. Así surge de forma espontánea el reconocimiento del alma grupal.

Ningún alma existe para sí misma, ningún propósito planetario se pliega a beneficiar a una entidad separada. La mayor revelación que tiene el alma es la que le descubre que su eje vital es la voluntad que le hace ser: "en el centro de la voluntad de Dios yo permanezco; nada apartará mi voluntad de la suya". O también. “Soy el alma. soy también amor, pero sobre todas las cosas soy la tanto la Voluntad como el Designio establecido…”. A querer ser eso nos induce la corrección interior que nos impulsa a seguir “la óctuple noble vía”.

Actualmente la forma directa como se nos revela esta voluntad central propia planetaria es por medio de las ideas que los Maestro siembran en nuestro plano supermental. La idea tiene dos connotaciones específicas que podemos reconocer: la luz de su propia evidencia (que hace que ninguna idea necesite demostración a quien la tiene), y la energía que irradia (demostrada en el dinamismo y creatividad de quien la recibe).

La percepción de las ideas no está al alcance de todos, pues requiere poder mental y  enfoque persistente hacia su alto nivel. Otra característica de la idea en nuestra etapa evolutiva actual, es que su reconocimiento dura muy poco en la conciencia cerebral, y a veces es esquiva y no conseguimos que reaparezca.

Sí podemos conseguir más fácilmente al realizar el alineamiento superior, el reconocimiento de que los trabajos de otros son coherentes con el impulso interior, y encajan bien con nuestra voluntad central. Entonces nos acercamos a colaborar por el impulso de esa demanda interna. Esto significa el acercamiento a formar un alma grupal. Un alma grupal surge desde la nota central del alma que es servir. Y sirve porque en su expansión incluye a los demás como parte propia.

Las almas grupales son el principio de la elevación y expansión planetaria, del alineamiento superior que afecta a la propia alma. la voluntad que hace ser al alma es una pequeña corriente de una corriente mayor: el alma es una con las almas de un  grupo; todos los grupos de almas son expresión del alma grupal que es la humanidad.

Por tanto encaramos demostrar nuestra capacidad interior de irradiar a escala planetaria. Esto se expresa afirmando que las almas en encarnación son la periferia de los ashramas de los Maestros, del Gran Ashrama de Sanat Kumara. Igual que nosotros tenemos un propósito y lo desplegamos a través de un plan de acción, así se afirma que hay un propósito planetario evolutivo, los Maestros son los encargados de planificar cómo llevarlo a cabo, y las almas grupales son los instrumentos por los cuales se realiza. Los “diez grupos inminente” son un experimento que promueve la Jerarquía para llevar adelante el Plan evolutivo actual para el Planeta. Reflexionaremos sobre ellos.

sábado, 9 de agosto de 2014

LOS DOS SONIDOS RADIANTES DEL ALMA.



 
 
Por la práctica de la "ciencia de la meditación" el alma puede emitir los dos sonidos radiantes que le son propios. El sonido es el potencial básico que promueve la aparición del mundo material, es la Voluntad que hace al mundo. En el Tratado de Magia Blanca, en su primera regla se afirma: "el alma no disipa su fuerza, sino que en profunda meditación se comunica con su reflejo". Esta comunicación es el primer sonido, y con su energía cumple el propósito de construir un instrumento adecuado para su segundo propósito.

Buda nos dio una gran lección, nos enseñó la "óctuple noble vía". En ella nos propone atender en la propia conciencia que es lo correcto, sin necesidad de ningún maestro exterior dogmatizándonos cuál es la rectitud.  La humanidad tiene ahora
sensibilidad para conocer la óctuple noble vía: "recta visión, recto pensar, recta palabra, recta acción, recto esfuerzo, recto medio de vida, recta meditación y recta contemplación". Cuando nos aplicamos a esta gran lección, cumplimos la segunda regla del Tratado de Magia Blanca: "Cuando la sombra ha respondido, el punto de luz, fruto de la labor de los cuatro (los tres cuerpos de la personalidad y la aportación del alma) crece y aumenta. Miríadas se reúnen en torno a su calor resplandeciente (referencia a las miríadas de pequeñas entidades materiales con que creamos el mundo que nos rodea), hasta que merma su luz y su fuego disminuye  (cuando la personalidad deja de dar su nota separatista), entonces será emitido el segundo sonido". Este sonido es el que ahora nosotros debemos permitir. Es una irradiación mucho más poderosa porque el objetivo de esta Voluntad es planetario.
  
Este segundo sonido ocurre cuando la personalidad está en total armonía con la calidad y propósitos del alma. La nota del alma es servir, porque a todos los seres humanos los ve como manifestación de la Unidad subyacente, y por tanto asume que su tarea es, no el instrumento personal, sino que la gran familia humana sea expresión armoniosa de esa Unidad de la Realidad espiritual. El segundo sonido es mucho más poderoso, la irradiación que podemos dispensar es muchísimo más grande, porque este propósito no deriva del alma individual, sino del "Propósito que los Maestros conocen y sirven", Propósito del Logos planetario. El instrumento para esta irradiación es la conciencia grupal.

El Maestro considera que esta irradiación grupal tan poderosa es actualmente muy necesaria porque, afirma, "la actual condición de desconcierto que prevalece en el mundo, el "impasse" internacional, la disconformidad religiosa, la confusión social y económica de las últimas décadas, son el resultado de energías tán poderosas -debido a su enorme ímpetu- que sólo se pueden poner en actividad rítmica por la imposición de energías más poderosas y más definidamente dirigidas". Es por eso que los Maestros impulsan ahora la aparición de los "grupos simiente".

¿Recordáis que os propuse la meditación de trasladar las energías del chacra del plexo solar al chacra del corazón? Esa meditación es fundamental para lo que pretendemos. De hecho el chacra del corazón es una expresión del amor del alma. Lá afirmación del Maestro es: "Cuando las energías del plexo solar -hasta ahora expresión de la potente naturaleza de deseos, que nutre la vida emocional de la personalidad- son también trasmutadas y reorientadas y después conducidas al centro cardíaco, se obtiene como resultado la comprensión de la conciencia, el amor y el propósito grupales, que hacen del aspirante un servidor de la humanidad y un asociado de los Hermanos Mayores de la raza".

Entonces aprende que el átomo humano es parte de un grupo o centro en el cuerpo de un Hombre celestial, un Logos planetario, y que debe llegar a percibir la vibración, el propósito y el centro de su grupo. Así entra en el sendero de probación o del Discipulado.

Los objetivos preliminares de todo grupo incipiente son:
la unidad grupal que se logrará aplicando el amor y subordinando la vida de la personalidad a la vida grupal;
la meditación grupal por cuyo medio el trabajo que realiza el grupo se lleva adelante desde los niveles mentales más elevados mediante la expresión de la vida contemplativa. Para ello se ha de lograr "la vida dual", de modo que se actúe conscientemente como personalidad y como alma: estar en el “aquí y ahora”, y al mismo tiempo en amorosa contemplación; y finalmente
la actividad grupal, de modo que cada grupo tendrá una característica distintiva, que estará dedicada a alguna forma específica de servir.

Así que podemos reflexionar que vamos a entrar ahora en un ámbito de enorme irradiación grupal para servicio de la humanidad y del planeta. Lo más probable es que muchos de vosotros sintáis un impulso interior a formar parte de este voluntariado glorioso. Hoy, según afirma Benjamín Creme, Cristo, Maitreya, cuenta con unos 2000 millones de discípulos. Y ese comentario de Su Maestro: "nunca un Avatar tuvo tantos discípulos dispuestos a secundar su trabajo de anclar las nuevas energías en la humanidad y en el planeta, como ahora El va a tener ". 

Revisad las meditaciones que tenéis a vuestra disposición y que os he ofrecido en el blog: http://irradiacionintegral.com.es/


sábado, 2 de agosto de 2014

LOS SIETE ERRORES EN LA VIVENCIA DE LA VERDAD.




                                                       
Cuando consideramos los siete errores en que podemos caer a la hora de percibir, vivir y transmitir la verdad de la Realidad, nos entra perplejidad ante la firmeza con que las diversas religiones han trasmitido lo que han considerado “verdad revelada”, siendo así que los transmisores no han destacado por su elevación espiritual.

Los errores son propios y naturales del ser humano, debido a su todavía deficiente grado evolutivo. La verdad que quiere revelarse primero desciende desde los planos intuitivos a los de la mente superior, de modo que emerge en la conciencia del hombre primero como una idea nebulosa y tenue, convirtiéndose en un ideal por la atracción de su potente irradiación. Un ideal es sólo una idea corporificada y es el primer paso para la materialización.  De ello deriva la construcción de pensamientos o formas mentales creadas por la mente concreta.

Primer error. La reducción de la verdad a pensamientos es la principal causa de la distorsión o error en la percepción de la revelación. Es el error básico; es el error de percepción. Evitar este error es lo que invocamos en esa frase mántrica que afirma: “muéstranos el sol espiritual oculto detrás de un disco de luz dorada”; el sol es la verdad y el disco de luz dorada es la mente concreta. Ver a través de este disco produce el primer error, el error de percepción. La mejor garantía para captar sin distorsión la revelación de la Realidad reside en elevar la conciencia hasta los niveles propios Suyos. Los Maestros siempre han huido de transmitir la verdad a través de formas mentales concretas, de pensamientos que podamos tomar como ciertos; nos hablan a través de metáforas, imágenes simbólicas y analogías, para que entendamos que hemos de pasar a la comprensión, elevando la atención a un plano superior.

El segundo error consiste en la incorrecta interpretación de la revelación recibida y ello es debido a que se sobrestima excesivamente el poder de la mente ordinaria para conocer la verdad. En vez de usar el conocimiento de la mente concreta, nos hemos de dedicar a percibirla por el conocimiento intuitivo; para eso es necesario desarrollar suficientemente la glándula pineal. Pero no se desarrolla si uno no esta abierto a lo superior, gracias a la práctica ordinaria, consistente e intensidad de la meditación, que nos lleva a la fusión con el alma, la conciencia supermental. La práctica de la meditación grupal de trasmisión la considero como el instrumento excelente para progresar en el conocimiento intuitivo. De hecho se la considera la meditación de la Nueva Era: en la Nueva Era el ser humano vivirá en la conciencia supermental.

El tercer error consiste en la incorrecta apropiación de la idea captada. El Maestro D.K. afirma que la causa de ello está en la sobreestimación de la personalidad. La idea no es de quien la percibe, sino que simplemente ES. Hemos de descentralizar la personalidad y centrarnos en que somos el alma, y aceptar que la idea lo es para la humanidad y su beneficio. No hay copyright para conocimiento verdadero.

En cuarto error consiste en la errónea orientación de las ideas. Ocurre porque quien recibe la revelación de la idea, en realidad quizás sólo ha percibido una fracción de la misma y la interpreta como correspondiendo a un campo de actividades que a lo mejor no tiene ninguna relación con la idea total. Este error sucede porque la mente es pequeña y no incluyente. Por lo tanto hemos de entrenar nuestra mente para una visión de más alcance. Se nos pide que nos abramos a una visión incluyente de la evolución de toda la humanidad, identificarnos con el Plan evolutivo que los Maestros nos ofrecen y con el que podremos trabajar a través de los diez grupos simiente.
                                                                                                                    
El quintó error está en la incorrecta integración de la idea. El que la ha recibido quiere trabajar con ella. La excesiva actividad de su mente es probablemente responsable de haber la captado. pero, como afirma el Maestro: “Las ideas percibidas, con las cuales se hace contacto, no son necesariamente ideas con las que deba trabajar todo discípulo”. La causa, pues, esta en la captación egoísta por parte del yo infe­rior.

El sexto error es considerado como la errónea corporificación de la idea. Por ejemplo la presentación del amor omnincluyente del Maestro Jesucristo como Rey del Quinto Reino, en el que el poder de la Voluntad espiritual ha de ser resaltado, ha podido corporificarse en la forma mental de un Corazón de Jesús dulzón, objeto de devoción autocomplacencia.  Por ejemplo: “Corazón Santo, tú reinarás. Tú nuestro encanto siempre serás...”

El séptimo error consiste en la errónea aplicación de la idea. Este error es consecuencia de los errores anteriores. Llevar a la práctica la consecuencia de los errores de percepción de la idea nos reafirma en la conciencia personal, lo cual significa mantenernos en la tendencia a cometer sucesivos errores.

Así que la verdadera irradiación esta en identificarnos con la verdad de la Realidad. En la Nueva Era esta identificación se realiza desde el alma grupal para trabajar grupalmente.

El tema de los errores está expuesto por el Maestro D.K. en el libro ESPEJISMO, en la pág. 56.