miércoles, 23 de abril de 2014

La etapa de “Invocación y Evocación” en la construcción del puente o “antakarana”.




De esta etapa poco podemos decir que sea apropiado para nosotros, que ya nos damos por satisfechos si conseguimos alguna experiencia propia de la etapa anterior, la etapa de “Proyección”.
Esta etapa en las dos siguientes son expresiones de la respuesta de los niveles superiores de la vida espiritual. Debido a la proyección del alma-personalidad a la Realidad espiritual y su identidad con Ella, uno se convierte en discípulo consciente de lo que tiene que realizar en el mundo. Se siente ser depósito de energía viviente, radiante y, como capta desde el alma cuáles son las necesidades de la humanidad, se pone en actividad usando su mente clara y su voluntad cargados con la pronunciación de una Frase o Palabra de Poder.

El resultado es que su potencia y radio de influencia son ahora tan fuertes que pueden evocar respuesta de la misma Tríada espiritual.  Esto significa 1 progreso en el puente o antakarana. El aspecto más elevado de la Realidad espiritual, simbolizado como “El Padre, o la Mónada” actúa ahora por medio de este puente respondiendo al alma, enriquecida por la experiencia de la vida de la personalidad en los tres mundos (el mundo mental, el emocional y el vital).

En este nivel se abre el discípulo a trabajar dentro de una escala planetaria. La tensión que evocar respuesta es la invocación del alma-personalidad implicadas en solucionar las necesidades de la conciencia humana. Significaría la parte ascendente de ese puente de continuidad; la parte descendente es la evocación o respuesta con mayores aportaciones de energía para que realice correctamente el servicio propio de 1 Iniciado o Maestro de Sabiduría, el servicio de la comprensión amorosa. Se produce 1 contacto entre las energías del alma y personalidad fusionadas, y la energía de la Mónada que actúa por medio de la Tríada espiritual -la triple evidencia de que la Realidad es 1 océano infinito de Poder, un ámbito mismo de Unidad, e igualmente 1 Inteligencia sin límites, creadora de todo el mundo manifestado que conocemos.

Este es el proceso técnico de invocación y evocación, provocando 1 acercamiento gradual de los 2 aspectos divinos. La liberación de ambos se hace recíprocamente más fuerte hasta que llega el momento en que se hace contacto, por la meditación, entre las 2 proyecciones.

Ya no existe el sentimiento de personalidad y alma, o ego y forma, sino simplemente el Uno, funcionando en todos los planos como un punto de energía especial y llegando a la esfera de la actividad planeada por medio del Sendero de Luz. Este Sendero es el puente o antakarana que une el Espíritu con la materia. Por él se proyecta 1 línea de energía o respuesta que contactara con la proyección inferior que busca ayuda. La tensión de la inferior evoca la atención de lo Superior.

La respuesta de la Mónada no se debe a que sienta ninguna atracción por la manifestación externa, sino que sólo queda el gran "tirón", de la conciencia de toda la humanidad, al que se puede responder por medio del antakarana ya construido.  Descendiendo, o más bien atravesando este puente, el descenso puede hacerse a voluntad a fin de servir a la humanidad y llevar a cabo la voluntad de Shamballa.
Ésta es una afirmación de la consumación final, pero antes de que tenga lugar en su total perfección, pasa un largo período de acercamiento gradual de los dos aspectos del puente.

A esta etapa siguen después la quinta y la sexta etapas, llamadas las de Estabilización y Resurrección.  Con ello el puente está construido. 

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