El
fenómeno de ver la luz en la propia cabeza es revelador del estado
crecientemente radiante de los dos centros más importantes que tenemos situados
en ella: el centro coronario y el del entrecejo. Cuando los siete centros de
conciencia están abiertos y radiantes conforman un gran campo de luz, propio de los iniciados de 3ª iniciación, que viven en identidad
con la Realidad espiritual y han experimentado el despertar de kundalini.
No
me resisto a presentaros esta larga cita del Maestro D.K. en la que habla sobre
“la luz en la cabeza”.
Quienes
deseéis más información la podéis obtener bajándoos gratuitamente por Internet
este y otros libros, con sólo que los busquéis con la referencia de: Los libros del Maestro Tibetano.
Esta
luz en la cabeza es la que mucha gente ha visto reflejada en las imágenes de
los santos. El medio para acrecentar la energía en la cabeza es la práctica sistemática de la meditación para
contactar e identificarse con el alma, el verdadero yo.
“El registro de la luz dentro de la periferia del cráneo
está vinculado a la relación que existe
entre los centros coronario y entre las cejas, es decir, entre esa zona
(ubicada alrededor del cuerpo pituitario) y la que está alrededor de la
glándula pineal. Como saben, el efecto vibratorio de esos dos centros puede
llegar a ser tan fuerte que ambas vibraciones, o su “palpitante actividad
rítmica”, invadan el campo de actividad del otro y establecerse un campo
magnético unificado que llegue a ser tan poderoso tan brillante y pronunciado,
que el discípulo podrá verlo con toda
nitidez al cerrar los ojos, pudiendo percibirse y conocerse visualmente.
Con el tiempo y en algunos casos puede
afectar definitivamente al nervio óptico; despierta la parte más sutil del
sentido de la vista. Entonces el hombre puede ver etéricamente y también la contra parte etérica de todas las
formas tangibles.
El registro de la luz tiene también ciertas
etapas definidas y se efectúa en determinados grados de desarrollo del ser
humano, pero es más probable que ocurra en las primeras etapas y no en las
posteriores, y ellas son:
1.
Percibir una luz
difusa fuera de la cabeza, delante de los ojos o sobre el hombro derecho.
2.
Percibir una luz
difusa y nebulosa dentro de la cabeza,
que aparentemente compenetra toda la cabeza.
3.
La concentración
de esta luz difusa hasta que adquiere la apariencia de un sol radiante.
4.
La intensificación
de la luz de este sol interno. En
realidad es el reconocimiento de la
radiación del campo magnético establecido entre el cuerpo pituitario y la
glándula pineal, como expresiones de los centros coronario y ajna. Dicha
radiación a veces puede ser demasiado brillante para soportarla.
5.
La extensión de
los rayos de este sol interno, primero hasta los ojos, y finalmente más allá
del radio de la cabeza, de manera que (para la visión del clarividente) la aureola aparece alrededor de la cabeza
del discípulo o aspirante.
6. El descubrimiento de que existe en el mismo
corazón de todo esto, un punto de luz azul eléctrico oscuro, que
gradualmente aumenta hasta adquirir el tamaño de un círculo bastante grande.
Esto ocurre cuando la luz en la cabeza
irradia desde la abertura central que se halla en su cima. A través de esta
abertura pueden sintetizarse las
diversas energías del alma y las fuerzas de la personalidad, que afluirán al
cuerpo físico por medio de los centros mayores. También constituye una
“puerta esotérica de salida” a través de la cual puede el alma retirar, cuando
el individuo duerme, el aspecto conciencia y, en el momento de la muerte, el
aspecto conciencia y el hilo de la vida.
…no todos los aspirantes y estudiantes de ocultismo
ven esta luz. Verla depende de varios factores -temperamento,
cualidad de las células físicas del cerebro, la naturaleza del trabajo o la
tarea particular que se ha realizado y la extensión del campo magnético.
Los estudiantes no deberían realizar ningún esfuerzo para tratar de ver
esta luz en la cabeza, pero cuando se la percibe y ve, entonces deberá ser
registrada y regulada cuidadosamente”.
Psicología Esotérica II,
pág. 334.
Os
sugiero que elijáis alguna de las tres meditaciones que os presente y que os
dediquéis a ese trabajo sistemático durante unos meses. Y como está claro que
la meditación es el factor más importante para una creciente irradiación,
continuaremos hablando de la meditación en general y presentando algunas
meditaciones que os pueden ser de interés.
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