viernes, 16 de agosto de 2013

LA IRRADIACIÓN DEL ALMA.




LA IRRADIACIÓN DEL ALMA.
La irradiación más importante que podemos expresar es la irradiación del verdadero Yo, el alma. Aunque son importantes las irradiaciones de nuestros cuerpos mental y astral, y el etérico tiene tanto poder que mantiene nuestro organismo físico como es por la atracción magnética que ejerce sobre la materia física, lo cierto es que toda irradiación es sólo derivación de la energía del alma que somos.
Vamos a considerar una reflexión con que aceptar que esto es así, pero el Grupo “Irradiación Integral” pretende captarlo por experiencia directa, no por reflexión mental. Por eso necesita un tiempo de intensa dedicación meditativo-receptiva, con el que evidenciaremos que esto es así, al identificarnos con esa fuente de energía superior. Seremos conscientes de ello porque afectará a nuestra conciencia cerebral.
La reflexión es la siguiente: sólo existe la Realidad y su manifestación. El universo, el cosmos, la tierra con su orografía, plantas, animales y el hombre somos Su manifestación. Quien se manifiesta es lo único que Es, la Vida, la Realidad.
Tan misterioso como nos resulta el infinito poder de la Vida, igual de misterioso es el infinito poder de su reducción hasta la limitación microcósmica. Una pequeña demostración de su inmenso poder lo encontramos en la explosion de la bomba atómica; otra demostración, a nivel humano, se da en el despertar de kundalini,  la energía espiritual asentada en la materia y dormida en el chacra base de la columna, produciendo la transfiguración de la materia física al recibir la tercera iniciación.
La manifestación de la Realidad es evolutiva, como expresiones de creciente evidencia de ese Quién tras las apariencias. Conforme se eleva la tasa vibratoria, se auto revela que es la Realidad Quien se manifiesta. Si a la  ola le Quitamos el agua, ¿qué le queda?   Nada. Si a la manifestación le quitamos la Realidad, ¿qué le queda, que somos?.  
Hay un impulso reductor desde lo espiritual, conteniendo no obstante la infinita irradiación del Ser, que desciende al alma y del alma a la personalidad, para que la conciencia, confundida con la materia encuentre fácil la elevación hasta reconocer  que ella es la Realidad. Este reconocimiento produce un aumento de irradiación.
El Ser es Luz, Amor, y Poder o Voluntad, tres aspectos de la Realidad, y núcleo de la experiencia del Yo superior. El alma conoce por identidad. El conocimiento meditativo del alma significa un acumulo de gran poder radiante, el poder radiante de la Realidad misma. El alma reduce el poder radiante recibido para afectar a los tres cuerpos sutiles en que se moviliza la conciencia personal. Es así como la personalidad llega a ser radiante.
Por eso el objetivo central del Grupo es reconocerse como almas. Apúntate en octubre a esta elevada irradiación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario