Respecto
a este grupo el Maestro DK da ocas pistas que ayuden a descifrar su cometido
específico. Cuando nos presentó el grupo de los trabajadores científicos, dijo
que tenía capacidad de crear. Entonces ¿en que se distingue esta capacidad de
creación de la del grupo de los trabajadores creadores?
También
afirma que este grupo está íntimamente vinculado con el grupo anterior, el
grupo de financistas y economistas, el cual tiene que ver con el manejo del
dinero, que define como energía etérica cristalizada. La energía etérica es la
energía de la vida, que conocemos bien porque es la energía que mantiene vivo el
cuerpo y que, ascendiendo a los cuerpos sutiles, los dinamiza para que expresen
las cualidades de amor e inteligencia del alma. Con nuestro potencial vital hacemos
cosas, así que podemos entender que el dinero es un potencial vital acumulado, disponible
para cambiar por alguna realización lograda por otros con su potencial vital. La
forma más elemental de entender el dinero como potencial vital para hacer
cosas, es el trueque: yo te ofrezco algo que he realizado con mi potencial
vital, y tú me das a cambio algo que logras con el tuyo. Encontramos una relación
entre el grupo creador y el grupo del dinero, porque ordinariamente el dinero
se mueve por el deseo, que acumula potencial vital.
La
sublimación del deseo, afirma el Maestro, es el amor. El amor vincula y une. Si
nos unimos a la vida, tendremos el potencial vital. El poder de la vida es la
Voluntad espiritual que mueve el progreso evolutivo del planeta. Esta Voluntad espiritual
se conoce como el Propósito “que los Maestros conocen y sirven”. Así que el
grupo de creadores tiene la capacidad de conocer ese Propósito y usar Su poder
para crear las condiciones materiales que ayuden a la evolución de la conciencia
del planeta.
Si
los diez grupos simiente están irradiando con la energía del quinto reino, el
de la energía espiritual, resulta fácil comprender que sus creaciones tendrán
siempre que ver con la facilitación del cumplimiento del Plan divino.
Podemos
contemplar una analogía entre los cometidos del primero y último grupos: el
primero conoce la verdad exactamente y la transmite telepáticamente a los demás
grupos, para que trabajen dentro del Plan-Propósito divino de expandir la conciencia
en el mundo material de la apariencia divina. El último grupo aporta la energía
divina apropiada para que los objetivos de todos los grupos se cumplan
eficientemente. Tanto el primero como el último grupo tienen una capacidad
sintética, que el Plan de manejar la fuerza por medio de procesos se cumpla
fielmente según el Propósito: los primeros muestran la verdad del Propósito, y
los segundos dan energía para que se lleve a cabo..
Actualmente nos resulta
milagrosa la capacidad de crear, la encontramos mágica y fascinante. Cuando nos
elevemos al nivel espiritual, en el que no existe la materia, y nos
identifiquemos con la Realidad en su propio plano, entonces viviremos en identidad-autoconocimiento
como Voluntad pura, Poder puro, Propósito puro. Y podremos seguir el hilo de
continuidad desde ese Propósito hasta lo que quiere hacer con y en la materia.
Lo característico de la materia
es su plasticidad constitutiva a la energía que incide en ella, de modo que se
amolda a tomar la forma que el Propósito quiere. Actualmente lo podemos
entender fácil, diciendo que el grupo de trabajadores creadores está forjando
cosas con un programa 3D, sólo que sin necesidad de crear previamente ninguna máquina
copiadora en 3 dimensiones. El creador tiene capacidad de hacer lo que quiere, pero
nunca puede apartarse de querer lo que quiere la Voluntad total y única, la Voluntad
Divina, porque ha llegado a ese nivel y capacidad gracias a su identidad Ella. En
la concepción cristiana se llama a la Voluntad divina el Padre. Jesucristo afirmó:
“Mi Padre y Yo, somos Uno”. Y también: “quien me ve a Mí, ve al Padre”. Así que
podemos afirmar paradójicamente, que el grupo creador nunca se sale de la ley,
y siempre hace lo que quiere.
Podríamos afirmar que el
grupo científico crea cuándo desentraña las leyes constitutivas de las materia
y las pone en curso. El grupo creador crea, teniendo en cuenta todo el Plan
evolutivo planetario, facilitando el poder para que todos los grupos realicen
su trabajo. El grupo de los financistas tiene poder para crear, utilizando el
poder vital que la humanidad acumula con su trabajo.
El poder del dinero, que
es ese poder vital, hasta ahora lo hemos dirigido a la satisfacción de nuestros
deseos; en adelante el dinero se lo daremos a la Jerarquía, es decir, lo
dirigiremos hacia el cumplimiento del bien común, del compartir, de la
hermandad, de la satisfacción de lo que en lo profundo de nuestro ser nuestro
corazón más desea: la realización espiritual.
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