domingo, 22 de diciembre de 2013

LA IRRADIACIÓN PERSONAL.



LA IRRADIACIÓN PERSONAL.
Una de las cosas más destacables de la humanidad actual es la cantidad de seres humanos que han alcanzado el nivel de sentirse personas. Se entiende que se es persona cuando hay una integración consciente y persistente de los tres cuerpos sutiles: el cuerpo vital, el cuerpo de sentimientos y deseos, y el cuerpo mental.
Hasta ahora esto no era tan fácil de conseguir: muchísima gente no tenía nivel suficiente como para desenvolverse con confianza y soltura en el nivel mental. Un hecho demostrativo es que los gobiernos democráticos son relativamente recientes. Hasta ahora las seres humanos aceptaban como muy natural que otro pensase y decidiese por ellos, se al rey, el Papa, un dictador. El poder mental es el más destacado de cuantos el ser humano posee, y su demostración esta en la capacidad científico técnica que caracteriza a nuestra sociedad actual.
Con la integración personal aumenta el poder, al tiempo que uno entiende y se siente responsable de actuar según su propio criterio. Por ejemplo, está apareciendo un creciente estado de opinión que afirma que el sistema democrático actual está obsoleto, porque no debe permitirse que ningún partido ejerza su poder representativo por cuatro años, cuando resulta que las circunstancias aparecen tan aceleradamente cambiantes en el tiempo, que no se puede otorgar ningún voto de confianza para que un problema lo resuelvan quienes no tenían ni idea de que tal problema, a veces grave y acuciante, hubiera de aparecer. Abunda en ello el hecho de que actualmente hay muchos medios para conseguir sopesar la pulsión social con mucha más frecuencia que una vez por cada cuatrienio.
Pero el resultado más importante de conseguir la integración de los potenciales psíquicos y mentales de una conciencia humana individual reside en que es entonces cuando su mayor luz llama la atención de su alma, la cual, como afirma el Maestro DK, deja de mantenerse en profunda meditación, y dirige su atención a su instrumento, la personalidad. A partir de tal momento aparece el juego de invocación-evocación mutuo.
Por tanto, a partir del momento en que se es persona, cuando se quiere vivir según la recta conciencia se puede llegar puntualmente a estados en los cuales se encuentra la conjunción de la irradiación personal y anímica. El hecho más demostrativo de que esto ocurre actualmente con mucha más frecuencia de lo que se pudiera sospechar reside en que ahora con frecuencia las personas contactan con el mundo de las ideas y con ellas pueden transformar el mundo.

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