EXPRESAR EL AMOR DEL ALMA A
TRAVÉS DE LA PERSONALIDAD.
El otro día nos consideramos el alcance espiritual del amor y cómo debemos
traducirlo a una relación consiguiente con los demás. Hoy pienso que lo mejor sería
ofreceros ahora la meditación de los 12 pétalos del chacra del corazón, en la
que nos informa de la cualidad de cada uno de los pétalos del chakra del
corazón. Por tanto podemos considerarla como una verdadera joya para el
desarrollo de nuestra energía de amor a través de la personalidad.
Además, entramos en el estilo de trabajo interior que nos
inculca el Maestro D.K., cuando nos pide que realicemos esta meditación,
dedicando cada uno de los 12 meses a las 12 cualidades del chacra del corazón. Estoy convencido de que algunos aprovecharéis esta
ocasión sin par para practicar en adelante consistentemente a la meditación diaria.
Meditación con ejercicio de visualización. Activación de los
12 pétalos del chakra del corazón.
“Para ayudarlo en esto, le
sugiero un breve ejercicio de meditación que debería llevar
a cabo cada día al terminar la meditación grupal. El objetivo consiste en
aumentar la afluencia de energía al centro cardíaco, recordando siempre que
dicho centro es un loto de doce pétalos.
1. Ejercicio de visualización:
a. Haga el alineamiento lo más rápidamente posible.
b. Imagine y mantenga en la mente la línea recta entre la
columna vertebral, el centro coronario, el sutratma y el antakarana -vinculando
los centros del cuerpo con el alma.
c. Lleve la línea creada por la imaginación, desde el centro en
la base de la columna vertebral hasta el capullo cerrado del loto, que se halla
en el centro del loto egoico de doce pétalos.
2. Habiendo hecho esto, identifíquese con todas las almas que en
su totalidad constituyen el Alma Una.
3. Pronuncie el OM como alma, hasta donde le sea posible,
exhalándolo desde los niveles del alma y sin objetivo alguno en su mente. Haga
esto seis veces.
4. Pronuncie nuevamente el OM y después de una pausa (siete en
total) envíelo al centro ajna y, de allí, hágalo descender al centro al centro
cardíaco y manténgalo en él, para utilizarlo posteriormente. Hágalo como alma,
cuya naturaleza es amor.
5. Recordando que el centro cardíaco es el depósito de doce fuerzas o energías, trate
de desarrollarlas reflexionando sobre las doce virtudes por medio de las cuales
estas energías se expresan, tomando una cada mes durante un año:
a. El amor
grupal, que abarca a todos los individuos.
b. La humildad,
que significa la actitud de su personalidad.
c. El servicio,
que indica la preocupación de su alma.
d. La paciencia,
que significa la inmortalidad y la persistencia embrionaria, característica del
alma.
e. La vida
o la actividad expresada, que es la manifestación del amor, por ser el
dualismo esencial.
f. La tolerancia,
que es la primera expresión de la comprensión búdica.
g. La identificación
con los demás, que es la fusión embrionaria llevada oportunamente a la
síntesis, cuando el centro coronario está desarrollado.
h. La compasión,
que es esencialmente el empleo correcto de los pares de opuestos.
i. La simpatía,
que es la consecuencia del conocimiento y de la apertura de los pétalos del
conocimiento. Tal energía se pone entonces en contacto con el centro cardíaco.
j. La sabiduría,
que es fruto del amor, indica el despertar de los pétalos de amor del loto
egoico.
k. El sacrificio,
que es dar la sangre o la vida por otros.
6. Después de meditar tranquilamente sobre una de
estas cualidades de la expresión del alma, al manifestarse en el plano físico,
pronuncie el OM tres veces.
Le recordaré que las cualidades
del alma que se expresan por medio del centro cardíaco, deben interpretarse
esotéricamente y en términos de relación”.
DNE II. 405-406.
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