LA ETAPA
ÚLTIMA, LA DEL DISCÍPULO DENTRO DEL CORAZÓN DEL MAESTRO.
Hemos considerado las etapas de acercamiento gradual al Maestro, lo
cual ha conllevado un aumento creciente de irradiación.
Ahora encaramos la última etapa, la descrita como la del discípulo
dentro del Corazón del Maestro.
De esta 6ª etapa se afirma que en ella “el discípulo está siempre en íntimo
contacto y se lo prepara definitivamente para la iniciación inmediata, o si ya
la ha recibido, se le asigna un trabajo especializado. En esta etapa se lo
describe como el Discípulo dentro del Corazón del Maestro".
Como el
Corazón es asiento de nuestros sentimientos de amor, podemos tender a
considerar que esta etapa significará una unión amorosa y profunda entre el
discípulo y el Maestro. Pero aquí no se trata de eso. Para entender la
afirmación de que el discípulo está en el Corazón del Maestro, es mejor que consideremos
la idea de que la vida se extiende a
todos los seres, como una línea de energía, el sutratma, que ancla en el
corazón de todos y cada uno. El centro radiante de un ser se considera su
corazón vital.
Como a partir de la 3ª Iniciación (la
verdadera iniciación en la vida espiritual) se ha abandonado la tendencia a
identificar la conciencia con la forma en la que se manifiesta, la evidencia en que se encuentra el
discípulo es la de que sólo existe vida, de que él es esa vida expresándose sin
límites. Desde entonces todo su foco
de atención, su dedicación y compromiso está en relación con la Vida, el
Propósito y la Voluntad de la Realidad espiritual. No hay nada y ni nadie
fuera de esa Vida, Propósito y Voluntad.
Así
pues, la palabra "corazón"
tiene la misma significación que la Vida
misma, que palpita eternamente en el corazón del universo. Dentro de esa Vida el iniciado permanece
ahora conscientemente, reconociéndose como distribuidor de la vida. Este corazón de nuestro universo
podemos entender que es Samballa, “el
Centro donde la Voluntad de Dios es conocida”. Samballa, el centro
coronario de la conciencia planetaria, es el centro de máxima irradiación, y
consiguientemente ejerce un efecto
magnético profundo, constante y creciente sobre el conjunto de Maestros y
discípulos. Esa atracción profunda magnética es lo que en los planos inferiores se traduce como profundo sentimiento de amor
puro.
En la 3ª
estrofa de la Gran Invocación podemos encontrar la clave para mejor entender
esta última etapa del discípulo en el corazón del Maestro. En ella afirmamos: “Desde el Centro donde la Voluntad de Dios
es conocida, que el Propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres, el
Propósito que los Maestros conocen y sirven”. Los discípulos en esos
niveles no conocen con mente separativa, mente concreta, sino por intuición, el
conocimiento por identidad. Los Maestros
conocen por identidad el Propósito que hay en Samballa.
Quiere
decir que el discípulo alcanza la capacidad especial de identificarse con la Voluntad con que se identifica al Maestro, la
Voluntad planetaria, el Propósito de
elevar la tasa vibracional de la conciencia humana y posteriormente de todos
los reinos subhumanos.
Cuando
el discípulo alcanza esta etapa, es
un iniciado de alto rango y elevado grado, afirma el Maestro DK,
y ha pasado a la directa relación con
Cristo. Todos los seres humanos, hasta el más degradado, tenemos la capacidad innata de llegar a revelar lo que
somos “la Joya en el Loto”, la Mónada o Unidad del Ser; todos seremos
Maestros, porque en el fondo ya lo somos. Si aún no lo demostramos es porque
estamos embadurnados y confundidos con la materia a la cual hemos descendido.
Los Maestros no toman en serio nuestro yo
ilusorio, sino lo que realmente somos. Nos viven en unidad con Ellos mismos,
y lo demuestran con un infinito amor hacia nosotros, amor liberador y elevador.
Podemos
afirmar, pues, que el corazón del
Maestro es Samballa, el Propósito que da vida al Planeta, pero también el
corazón del Maestro es el compromiso incansable de trabajar con amor por la
elevación de la humanidad. La revelación
del Corazón del Maestro se va logrando conforme aumenta la capacidad de entrega
al servicio por parte del discípulo.
"El Corazón del Maestro" indica las fuentes de vida y muchas interpretaciones análogas. Hay en esta etapa, una línea directa de energía o vida entre el discípulo consciente y:
1.
El centro cardíaco del discípulo.
2.
El centro
de la cabeza, denominado también cardíaco.
3.
El loto
egoico, es el centro cardíaco de la vida monádica.
4.
El Maestro
en el centro de Su grupo.
5.
El Cristo,
que es el centro cardíaco de la
Jerarquía.
6.
La vida de la mónada, que hace sentir su presencia en la tercera iniciación.
7.
El Señor
de la Vida,
el centro cardíaco de Shamballa.
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